El fotógrafo de guerra sin guerra

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El fotógrafo de guerra sin guerra

Mikel Bastida recorrió Europa durante dos años siguiendo la pista de grupos que reconstruyen batallas de la Segunda Guerra Mundial. Se convirtió en un fotógrafo militar que podía pasar desapercibido entre los dos bandos en conflicto.

Aprovechamos que Mikel Bastida fue uno de los visionadores de la edición de este año de Fantástico hombre número f para preguntarle sobre su serie 'War Theatre', en la que recorre los escenarios de algunas de las batallas de la Segunda Guerra Mundial. Bastida fue seleccionado en Descubrimientos PhotoEspaña por este trabajo en el que se mete en la piel de lo que pudo ser un reportero gráfico de la Segunda Guerra Mundial.

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El fotógrafo vasco recorrió Europa a través de campos de batalla para tomar las imágenes  junto a grupos de reconstrucción histórica. ”Durante dos años estuve acompañando a estos grupos a lo largo de Europa, son personas que por afición se juntan para recrear combates históricos”. Además creó la figura del fotógrafo militar: “Me preparé dos uniformes, uno alemán y otro americano. De esta manera podía participar en los eventos, entrenamientos y demás”. Fotos del gran teatro de la guerra, hechas en tiempos en las guerras se retransmiten casi en directo por las televisiones e internet.

Vice: ¿Cómo fue la puesta en marcha del proyecto?

Mikel Bastida: Empecé a trabajar en "War Theatre" en el año 2010, contacté con diversos grupos de reconstrucción histórica, sus integrantes son personas interesadas por la historia que organizan representaciones de diferentes periodos históricos, principalmente de carácter bélico. Me pareció un tema con un enorme potencial visual y comencé a investigar y a desarrollarlo en los siguientes meses. Aunque lo que se busca en estos eventos es reconstruir lo más fielmente posible un acontecimiento histórico, lo que realmente se representa son imágenes y situaciones inspiradas por la pintura, el cine y las fotografías de la época. Desde un principio me centré en la Segunda Guerra Mundial, decidí recrear  la figura de un reportero de la época y acompañar a estos grupos durante las representaciones. Lo primero que hice fue pedir asesoramiento para prepararme diversos uniformes y poder participar en las reconstrucciones como fotógrafo.

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¿Por qué la Segunda Guerra Mundial?

Tengo gran interés en la herencia visual que ha generado la Segunda Guerra Mundial. La propia historia ha convertido estos acontecimientos trágicos en relatos, narraciones que han alimentado el imaginario colectivo. El proyecto trata de documentar esas imágenes. A medida que transcurre el tiempo, la representación pasa a ser lo único que permanece en la memoria y elementos que no pertenecen a lo real se establecen como tales. La fotografía y el cine han tenido un papel primordial en la manera que tenemos de entender la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué había en ese conflicto que te atrajera?

Ha sido el conflicto más representado a lo largo de la historia, hasta convertirse en un género en sí mismo. Para que un conflicto suscite interés y genere empatía en el espectador es necesario el uso de ciertos mecanismos que distorsionan el acontecimiento real. Lo que me interesa es que estos mecanismos no son exclusivos del relato de ficción, si no que han estado presentes en todas las representaciones, incluidas aquellas que se han mostrado al espectador como documentos reales.

Estuviste dos años viajando para hacer las fotos, te habrá pasado de todo. ¿Cuéntanos alguna anécdota o algún momento que no se te va a olvidar?

Aunque hay una parte lúdica en las reconstrucciones históricas, también encontré recreaciones realmente duras. Las que se realizan en invierno lo son especialmente por la climatología, durante un evento que se realizó en Finlandia, tuvimos que aguantar temperaturas de menos 30º, dormíamos en tiendas de campaña sobre la nieve y realizábamos turnos para mantener el fuego por la noche y que las temperaturas dentro de la tienda no bajaran drásticamente. Alguno de los participantes tuvo problemas de congelación en los dedos. No es lo mismo enfrentarse a estas temperaturas con tejidos modernos, que con prendas de la época. También hay un grupo que salta desde aviones antiguos con replicas de los paracaídas de la época, no tienen excesivo control sobre dónde aterrizan, en varias ocasiones los he visto quedarse durante horas en la copa de un árbol hasta que los bomberos han podido bajarlos.

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Te interesa el hecho de que los lugares están reproducidos a partir de la literatura y el cine, o de cómo nos los han presentado estos dos artes…

Hay dos tipos de reconstrucciones en lo que se refiere a las localizaciones, están las recreaciones en lugares históricos, en el mismo lugar donde acontecieron los hechos que se representan, y hay recreaciones donde se buscan paisajes que por su similitud podrían pasar por los lugares históricos. Me interesa la distorsión que se genera con el paso del tiempo debido al uso de esos espacios como telón de fondo de relatos de ficción, buscaba lugares que ya conocía, los había visto en imágenes, no me importaba tanto su singularidad. Lo que buscaba era un paisaje arquetípico. Despojar a esos paisajes de su particularidad se convierte en un acto cruel, sobre todo cuando arrastran una carga histórica tan relevante.

Creaste una figura, la de fotógrafo militar, para poder participar en las reconstrucciones: ¿Llegaste a sentirte un reportero de guerra?

No. Para eso debería fotografiar un conflicto real, en este caso solo documentaba una representación de la guerra. Quería hablar de las imágenes que recuerdo de un conflicto que no he vivido.  Desde el primer momento entendí que esas reconstrucciones históricas  no representan el acontecimiento real, eran una puesta en escena de las imágenes que recordamos de la Segunda Guerra Mundial. En este tipo de eventos participan personas de diversas nacionalidades, todos compartíamos la misma memoria visual, independientemente de nuestro origen. Una parte importante de este proyecto era el proceso que se desarrollaba detrás de la cámara, el hecho de participar en las escenificaciones recreando la figura de un fotógrafo de la Segunda Guerra Mundial me convierte en un personaje más del relato.

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Asumir este rol me obligaba a ser una parte activa y consciente en el proceso de creación, no solo documento el imaginario si no que lo alimento deliberadamente desde la cámara. El propio viaje genera una idea de aventura, localizaciones aparentemente remotas que ayudan  a ensalzar el misticismo alrededor de la figura del fotógrafo. La serie se compone de retratos posados y de grandes escenas bélicas, en estas últimas buscaba transmitir la sensación de fotografías preparadas para la cámara, pero realmente no lo están, son instantes captados durante las representaciones, el reto era ordenar ese caos para aumentar la teatralidad de la escena y restarle credibilidad.  No busco que el espectador crea que son imágenes de guerra, porque no lo son.

¿Qué planes tienes ahora, en qué estás trabajando?

Llevo un tiempo trabajando en algo nuevo, este año he estado varios meses recorriendo Estados Unidos por carretera y ahora quiero continuar en Europa.  Es un proyecto a largo plazo, tardaré un tiempo en acabarlo.

BALDELLOU (ESPAÑA) - Batalla de Montecassino, 1944

NIKOLSKOYE (RUSIA) - Sitio de Leningrado, 1943

LAHTI (FINLANDIA) - Stalingrado, 1944

NORMANDÍA (FRANCIA) - Día D, 1944

NORMANDÍA (FRANCIA) - Día D, 1944

SKEGNESS (INGLATERRA) - Día D, 1944

RECOGNE (BÉLGICA) - Batalla de las Ardenas, 1944

MONTSURS (FRANCIA) - Harley-Davidson WLA 'Liberator', 1944

SERRACANYA (ESPAÑA) - Batalla de Kursk, 1943

NORMANDÍA (FRANCIA) - Zona de aterrizaje, 1944