Michelle y Carmen se conocieron en Dortmund, Alemania. Michelle era el modelo, Carmen la fotógrafa. Durante las sesiones de retratos, el acercamiento habitual del fotógrafo a la hora de disparar comenzó a vacilar y poco a poco los retratos comenzaron una lucha por el poder. Oponiéndose a los fondos planos y los espacios austeros, Michelle estaba intentando presentarse a si mismo delante de la cámara de acuerdo a sus ideas iniciales. Estos actos de dominio sobre su propia imagen definen a Michelle como persona y le permiten hacerse verdaderamente visible a través de las fotografías.
Publicidad