FYI.

This story is over 5 years old.

Tech

La ketamina podría ayudar a tratar el trastorno bipolar

La ketamina ha probado ser más efectiva y veloz que muchos antidepresivos legales, por lo que científicos y grandes compañías farmacéuticas buscan perfeccionar la droga para sacarla al mercado.

La ketamina o "Special K", como también se le conoce, podría ser increíblemente útil para el tratamiento de la depresión en ciertos pacientes con trastorno bipolar, según una reciente investigación del Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos.

El estudio, realizado con 36 personas en el transcurso de cinco años, ha revelado que la ketamina ayuda a revertir uno de los principales síntomas que sufren los pacientes bipolares con depresión: la incapacidad para buscar o experimentar placer, médicamente conocida como la anhedonia.

Publicidad

"Imagina que estás muy pero muy estresado y que no quieres salir a tomar algo con tus amigos. Simplemente no tienes ganas", dijo el Dr. Nial Lally, uno de los investigadores del estudio, a VICE News. "Así es como se siente la anhedonia".

La ketamina no sólo trata la anhedonia, sino que actúa unos 40 minutos después de una infusión, según el estudio. Otros síntomas depresivos mejoraron en dos horas, y los efectos antidepresivos de la ketamina duraron hasta dos semanas en algunos pacientes.

El estudio se centró en personas con síntomas que resistieron el tratamiento. Para medir los resultados, los investigadores utilizaron una tomografía por emisión de positrones, que mide la función cognitiva mediante la monitorización de la actividad mientras un indicador de sustancias se abre paso a través del cerebro.

La rapidez con que empieza a actuar la ketamina es uno de los aspectos más útiles del estudio, dado que la nueva generación de antidepresivos puede tardar entre tres y seis semanas (a veces incluso más) en hacer efecto, dijo Lally. Según Lally, él y los otros cinco científicos que contribuyeron al estudio fueron motivados por la ​falta de investigación y desarrollo de la industria farmacéutica en el área de los fármacos psiquiátricos.

"Quería explorar la anhedonia, y la ketamina ha demostrado ser un tratamiento efectivo para la depresión, así que pensé que valdría la pena probarlo", dijo Lally. "Además, la anhedonia es un síntoma muy extendido, que actualmente nadie ha conseguido tratar de forma efectiva. Pensando en cómo puede ser útil la ketamina, creo que podría llevar a desarrollar otros fármacos que sean menos perjudiciales para los usuarios".

Publicidad

Con esta observación, Lally se refiere a los efectos secundarios bien documentados de la ketamina, que incluyen daño a la vesícula biliar, así como efectos nocivos sobre las funciones cognitivas. "No es una droga limpia", afirmó.

La idea a largo plazo sería desarrollar un fármaco que reemplazara la ketamina y que produjera los efectos sin las consecuencias negativas. Lally dijo que espera poder ofrecer el tratamiento a largo plazo para los pacientes depresivos bipolares, teniéndose que tomar el medicamento sólo una vez a la semana. Lally y sus compañeros ya han empezado a trabajar en una versión ampliada del estudio que implica la participación de unos 50 pacientes.

El gigante corporativo ​Johnson & Johnson​, así como otros ​investigadores del NIMH,​ han estado trabajando en el uso de la ketamina para tratar la depresión durante años, logrando avances lentos pero firmes hacia el desarrollo de una cura. Johnson & Johnson ya tiene un spray nasal -utilizando una imitación de la ketamina- que está sometido a un largo y costoso proceso de autorización por parte de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA, por sus siglas en inglés).

Desarrollada inicialmente en la década de 1970, los veterinarios han usado la ketamina como anestésico y en ocasiones, aunque rara vez, ha sido recetada a pacientes humanos. Esto se debe a que el fármaco puede inducir reacciones psicodélicas, tales como las alucinaciones y psicosis. Cuando los pacientes ingieren grandes cantidades de la droga corren el riesgo de desencadenar estos efectos psicodélicos, que se conocen comúnmente como "entrar en un agujero K".

Publicidad

Las dosis que recibieron los pacientes en el estudio de Lally fueron muy inferiores a lo que se suele utilizar para divertirse. Los usuarios que la toman ​con fines recreativos​, a menudo consumen dosis que van desde 30 hasta 300 miligramos, y la droga generalmente se inhala o se ingiere por vía oral.

"Ninguno de nuestros pacientes ha entrado en un agujero K", bromeó. "Estamos administrando 0,5 miligramos por kilogramo de ketamina [al paciente]. La gente no hace esto para divertirse".

La ketamina es una de las varias ​drogas psicodélicas que han atraído la atención de la comunidad científica en las dos últimas décadas​, después de años de ser ignorada por los investigadores o de ser relegada a la clandestinidad. Esto se debe probablemente al cambio de actitudes culturales derivado de la percepción de fracaso de la "guerra contra las drogas" de Estados Unidos, señaló Brad Burge, director de comunicaciones de la organización sin ánimo de lucro Asociación Multidisciplinaria para los Estudios Psicodélicos (MAPS, por sus siglas en inglés), a VICE News. Como resultado, gran parte de la investigación que fue dejada de lado o mantenida en la clandestinidad está ahora recibiendo una mirada fresca.

"A finales de 1960 y principios de 1970 se produjeron numerosos y considerables trabajos investigación", dijo el Dr. Andrew Feldmar, psicólogo canadiense, a VICE News. "Gran parte de la investigación fue olvidada, la investigación que está ahora resurgiendo no es nueva, se está haciendo el trabajo que ya se ha hecho anteriormente de forma clandestina, aunque ahora de forma legítima".

Publicidad

Sustancias como el MDMA, la psilocibina (hongos alucinógenos), e incluso el LSD, todas ellas consideradas entre las sustancias más peligrosas y adictivas que se conocen, se han sometido a pequeños y exitosos estudios que han resultado prometedores, sobre todo en los últimos diez años.

"Hay beneficios concretos que podemos ver, la evidencia lo está legitimando", dijo Burge. "La ciencia está empezando a ponerse al día. El MDMA está a punto de ser el primer psicodélico científicamente probado que llegue a prescribirse".

Según Burge, MAPS tiene actualmente cuatro estudios en curso relacionados con el MDMA, y en unos ocho años y otros 12-15 millones de dólares, espera tener un fármaco aprobado para ser prescrito a los pacientes.

A pesar de haber conseguido algunos logros, gran parte de la investigación oficial aún está dando sus primeros pasos. Aunque los científicos están empezando a aceptar que algunas drogas, como la ketamina, tienen un enorme potencial, la relativa escasez de investigación global sugiere, para algunos, que todavía hay cierto estigma entorno esta área.

"Grandes fundaciones y el gobierno no quieren llevar a cabo investigaciones con drogas psicodélicas", aseguró Burge. "Hay un estigma que dificulta la financiación de la investigación."

Sigue a Max Cherney en Twitter ​​@Chernandburn​

Este artículo fue publicado originalmente en ​VICE News, nuestra plataforma de noticias. Próximamente VICE News en Español.

Suscríbete al ​canal de Youtube de VICE News

Síguelos en ​Twitter

Y encuéntralos en ​Facebook