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Perfiles

El cuerpo de un ruso en Estados Unidos

El migrante que conquistó el porno y se convirtió en uno de los gays más poderosos de Nueva York.

Si crees en la sabiduría convencional acerca de la industria del porno —que está en decaída, que está en bancarrota, que los estudios que una vez hicieron películas de alta calidad están siendo sustituidos por amateurs con cámaras de mano y colchones sucios— una visita a las oficinas inmaculadas de Lucas Entertainment te alejará de esos pensamientos.

Localizadas en el segundo piso de un edificio de oficinas en Manhattan, el lugar es menos un palacio de vulgaridad y más un templo del estilo de vida yuppie del entretenimiento del siglo 21. La recepción tiene muchos premios de la industria del cine para adultos en las paredes, una acolchonada silla blanca, una mesa de madera abstracta y un refrigerador lleno de jugo verde, leche de almendra y botellas de agua. Alineados en el pasillo se encuentran gabinetes con hileras y pilas de disfraces para actores porno, que hacen sus escenas en un espacio que puede ser decorado como un hotel, habitación o cualquier otro lugar donde es posible que los hombres tengan sexo. Unas puertas más adelante, los 15 empleados de la compañía se sientan frente monitores de computadoras haciendo el trabajo detrás de cámara que resulta, casualmente, en alguien masturbándose. Para todo eso, Lucas Entertainment paga 16,500 dólares al mes, que puede costear gracias a sus resultados estables de películas de alto presupuesto que muestran los talentos sexuales de reinas musculosas y a veces participaciones especiales de celebridades como Andy Dick.

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"Somos la única compañía [gay] que no ha caído en bancarrota o ha pertenecido a una distribuidora a estas alturas", me dijo Marc MacNara, quien fuera director creativo de Lucas Entertainment, cuando lo visité en junio pasado. "Somos la única compañía que aún viaja el mundo y hace películas de gran presupuesto". Tiempo después MacNamara dejó Lucas Entertainment para empezar su propio estudio porno.

Yo estaba ahí para ver a Michael Lucas, fundador y fuerza de la compañía que lleva su nombre. Él es ex estrella porno que aún participa en películas; hoy en día sigue parenciendo un hombre que puede vender su cuerpo para ganarse la vida. El hombre de 42 años de edad tiene un cuerpo esculpido y delgado, su piel es casi perfecta, y sus músculos pueden verse a través de sus camisetas holgadas (él me dijo que se ejercita a diario). Su oficina es, como era de esperarse, un monumento a todo el éxito que ha tenido durante más de 16 años en la industria. Las portadas de revistas de porno gay que muestran a Lucas están colgadas en la pared: X-Factor, Unzipped, Man, Mandate, y la decoración también incluye cámaras antiguas, su título universitario de derecho por la Universidad de Moscú, y una serie de fotos artísticas de hombres gays: una familia con dos padres, un hombre desnudo detrás de una televisión antigua y otro hombre desnudo sosteniendo una televisión en su trasero.

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Cuando le pregunté dónde había conseguido una de las fotos, él respondió: "Alguien me la regaló… Es interesante, pero no es buena para mi departamento. Tengo cosas muy hermosas de [Robert] Mapplethorpe ahí".

Misha y Sasha son pareja y han vivido juntos por ocho años. Ellos aparecen en el documental 'Campaign of Hate' ('Campaña de Odio'). 

Todo acerca de Lucas emana riqueza y poder; un perfil en la revista New York en 2007 lo llamó "el león de Chelsea" y el único "miembro de buena fe de la realeza porno" en Nueva York. Pero en los últimos años, Lucas también se ha vuelto famoso por usar su fortuna y nombre para promocionar sus posturas políticas personales, principalmente, su apoyo a Israel y el odio a Rusia, el país del cual emigró cuando tenía 23. Su punto de vista está muy visible en Men in Israel (Hombres en Israel) de 2009, una de las películas más populares de Lucas Entertainment. Esta porno de dos horas (supuestamente la primera película gay en usar un elenco completamente israelí) está llena de tomas largas y lindas de hombres judíos musculosos cogiendo, mamando y recostados en ríos y playas; si no fuera por todo el sexo gay hardcore, podría haber sido una película hecha por el Ministerio de Turismo israelí.

"Yo quería llamar la atención de Israel y atraer a turistas, y fue un éxito", dijo Lucas. "Los hombres gays prefieren ver porno que canales de televisión de viajes, y no creo que haya muchas películas acerca de un Israel gay, así que entonces no sólo mostré hombres teniendo sexo. Los mostré teniendo sexo rodeados de paisajes hermosos".

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Él ha alabado a Israel en las páginas de Advocate, una popular publicación gay, y ha empezado a hacer documentales: el año pasado lanzó Undressing Israel (Desvistiendo a Israel), que elogió las políticas gay de Israel, y este abril lanzó una película acerca de la homofobia en Rusia llamada Campaign of Hate (Campaña de odio).

Su sionismo abiertamente público lo ha metido en problemas con la izquierda. El New Republic lo llamó "el capo neocon del porno gay", y la novelista Sarah Schulman, una judía lesbiana, escribió una columna de opinión en New York Times en la que acusaba a Lucas de "disfrazar" el maltrato de Israel hacia los palestinos. En 2010, Lucas se unió a un coro de voces de la derecha cuando se opuso a la construcción de un centro cultural islámico cerca del World Trade Center, escribiendo en Advocate que el centro era un "proyecto de colonización islámica" y que los "musulmanes asesinaron a tres mil personas y están construyendo una mezquita el sitio del crimen".

Lucas es reservado en casi todo, y hablar con él de estas cosas —el dinero, las controversias que le rodean y cualquier aspecto de su vida personal— puede ser un reto. Cuando le comenté a Lucas que es rico, me detuvo: "¿Quién te dijo que soy rico?"

La activista Masha Gessen (izquierda) y su esposa, Svetlana Generalova, hablan con Lucas sobre la leyes anti gay del presidente ruso Vladimir Putin, en el documental 'Campaign of Hate' ('Campaña de odio').

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Lucas nació como Andrei Treivas en Moscú, en 1972. Es judío, gay y tiene un gusto natural por la autoridad, constantemente choca con las estructuras de poder de la Unión Soviética.

"Él era rebelde", confiesa Marina Giliver, amiga y compañera de Treivas. "No quería seguir los estándares comunistas de cómo debía ser la gente, así que era diferente".

A la edad de siete años, Treivas empezó a cuestionar el gobierno y política de la Unión Soviética. Un día le preguntó a su abuelo, miembro del Partido Comunista: "¿Por qué vamos a votar? No importa si votamos o no, sólo hay una persona en la votación".

"¡Ni te atrevas a decir que no!" gritó su abuelo. "No te atrevas a decirle a alguien; no te atrevas hablar de eso".

Cuando sus padres lo enviaron al campamento de la Organización de los Jóvenes Pioneros, el equivalente de Boy Scouts en la Unión Soviética, Treivas no quiso usar una corbata roja ni despertar a las 8AM apara saludar una bandera roja. Le dijo a sus líderes del campamento: "No quiero ir". Le llamaron a Treivas "pinche mocoso judío" y una hora después escaló la pared del campamento y escapó. Tomó el tren a la casa de campo de la familia; su padre estaba enojado cuando lo vio, y sólo la intervención de la abuela de Treivas detuvo a su padre de castigarlo.

"Era un régimen comunista; no había libertad de expresión y no sabíamos nada de sexo, así que yo estaba luchando para entender quién era yo", declaró Lucas. "Fui maltratado por niños y maestros de mi escuela, porque yo era diferente, como gay y como otros [marginados en la Unión Soviética]".

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Para 1995, la Cortina de Hierro ya se había caído, y Treivas tenía 23, con un título de leyes de la Universidad de Moscú. Se fue al oeste en busca de libertad, entrando a Alemania con una visa de turista que no le permitía trabajar de manera legal. Se quedó sin dinero en dos días, pero tenía un pene grande y la disposición de hacer lo que fuera.

Hizo porno —gay y heterosexual— en Europa por un tiempo y luego se mudó a Nueva York en 1997, después de que Falcon, el estudio de porno gay más grande de Estados Unidos de ese entonces, vio una película francesa que Treivas había hecho. Con tan sólo 25 años de edad se le dio un boleto de avión sólo de ida, un contrato anual y, un nuevo nombre más ad hoc con su nuevo país: Michael Lucas.

"Es chistoso cuando la gente dice: 'No tengo nada de qué arrepentirme'", exclamó Lucas. "Yo me arrepiento de cosas todo el tiempo… Es un gran arrepentimiento no haberles dicho que quería utilizar mi nombre verdadero. Me gusta Andrei Treivas. Yo tenía 25, y no sabía nada acerca de la industria. Falcon no me preguntó. Vi mi nuevo nombre en la película. Yo sólo era un niño ruso para ellos".

Las estrellas de porno Rod Daily y Vito Gallo con Andy Dick y Lady Bunny, que han protagonizado en 'Kings of New York' ('Reyes de Nueva York'), una serie de porno de Lucas Entertainment con bastantes participaciones estelares.

Durante sus primeros cuatro meses en Nueva York, Lucas vivió en un sótano en Midtown con otras diez personas —cada cuarto tenía espacio para un colchón, una mesa pequeña y ganchos colgando de clavos en la pared—. Esto no le incomodó. "Cuando eres joven, cuando tienes 25, está bien", dijo. "Puedes sobrevivir".

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Lucas hizo más que sobrevivir: se ganó el carnet de residencia a través de una lotería del sistema y, con su nuevo estatus legal, dejó Falcon para crear Lucas Entertainment en 1998. (Se rehusó a hablar conmigo acerca de su experiencia en Falcon). Para cuando inició su propia compañía, tenía un departamento de una recámara en West Village (pagó la mitad de la renta de un año, más una cuota y depósito, en efectivo) y había cumplido lo que él ve como el sueño americano. No tan sólo estaba trabajando arduamente —ve sus primeras películas si no me crees— había empezado su propio negocio y, de la misma manera que otros migrantes, no pidió un préstamo para ayudar a crecer su imperio.

"Cuando pides un préstamo te lo gastas", dijo. "Si es tu dinero que te ganaste con esfuerzo, entonces realmente piensas en cómo gastarlo. Empiezas a medirte".

Casi siempre Lucas es un jefe muy relajado que confía en su staff y decide cuándo y dónde grabar, y les permite contratar celebridades. "No lo hago con propósitos de negocios", dijo Lucas acerca de los invitados estrella. "Lo hago porque no quiero que mi equipo se desanime. Quiero hacer algo que les emocione".

Las únicas reglas de Lucas es tener la aprobación de los actores (se guía por la apariencia, obvio), que los actores lleguen a grabación sobrios (Lucas ha probado alcohol pero no le gusta), y que las películas muestren tramas complejas y penes grandes. "Un pene grande es un punto a favor", afirmó. "Yo creo en las tramas porque eso lo hace más interesante. Es sexy saber por qué la gente tiene sexo en lugar de tener a gente diciendo: 'Aquí está la pizza. Aquí está la entrega'. Eso no es sexy. La razón por la que la gente tiene sexo es muy excitante. A veces estás viendo una película normal, y no ves la penetración, pero es excitante, y más caliente que el porno porque sabes que están teniendo sexo".

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J.C Adams, un analista de la industria del porno, cree que estas decisiones creativas son la razón de que Lucas Entertainment haya crecido durante la era digital mientras compañías más viejas han desaparecido.

"Esta es una industria llena de artistas y disidentes, pero Michael Lucas nunca perdió de vista el objetivo. Además, él intenta cosas nuevas, toma saltos creativos y se va contra lo establecido. Dios mío, lanzó una película fetichista llamada Farts!"

La portada de la segunda temporada de 'Kings of New York'.

El pasado julio, fui al departamento de MacNamara para ver la grabación de un episodio de Kings of New York (Reyes de Nueva York) de Lucas Entertainment y estuve algo decepcionado al descubrir que toda esa habladuría de tramas y grandes presupuestos, era algo de mal gusto y un discurso tan extraño como un video de YouTube hecho en casa.

La historia trata de dos dueños gays de teatro que están convirtiendo un teatro abandonado en una "gaydad". Mientras entran al foro, llega el ex columnista de chismes del Village Voice, Michael Musto, un elemento importante de la escena gay de Nueva York. Acaba de ser despedido del Voice y ha venido a ver el teatro de su infancia. Después de una regresión acerca de un Mutso joven en el teatro y luego una toma de la noche de inauguración del teatro renovado, vemos a los dueños del teatro teniendo sexo anal en su departamento por razones que aún permanecen como un misterio para mí.

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Después que MacNamara limpió la cama, él y Angelo y David, los dos actores, repasan las escenas mientras canciones de Janet Jackson y Jennifer Lopez suenan en la radio.

El guión no especificaba exactamente cómo los actores debían de tener sexo, entonces, como coreógrafos trabajando en un ballet, tuvieron una discusión extensa acerca de cómo cada posición fluiría a la siguiente. MacNamara planeó la toma del orgasmo. "¿Eyaculas directo y limpio o se te embarra?" le preguntó a Angelo. Tenía poca ayuda en la grabación, y me encontré siendo reclutado para sostener el boom mic sobre las cabezas de David y Angelo mientras cogían.

Mientras estaba ahí, MacNamara no me dejaba ver al camarógrafo tomar fotos de los actores, que fue una de las tantas veces que los empleados de Lucas Entertainment se negaron a darme acceso o intentaron influenciar el guión de esta historia. El asistente de Lucas, Jeff, me dijo que Lucas accedía a ser entrevistado sólo si él podía elegir las fotos que aparecerían en mi historia, y cuando pedí fotos de Lucas, me envió por correo fotos de él en Speedo. (Él luego aprobó las fotos que acompañan este artículo).

Lucas también la jugó de modesto cuando hablé con él de algunas de las controversias en las que ha estado involucrado. Schulman, el escritor que atacó a Lucas en el New York Times por sus creencias sionistas, luego escribió un libro, Israel/Palestine and the Queer International (Israel/Palestina y la comunidad queer internacional), que incluía la historia de cómo, en febrero del 2011, el Centro Comunitario LGBT de Nueva York prohibió a Siege Busters —un grupo propalestino— organizar eventos ahí. Lucas había amenazado con ejecutar un "boicot económico" al centro si no vetaban al grupo; según Schulman, y la directora del centro, Glennda Testone, se hizo lo que él pidió en cuestión de horas. (El centro ignoró mi petición de una entrevista).

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Poco después, Lucas envió un correo electrónico masivo para presumir la decisión. "¡Prevalecimos! Felicidades a todos los que estuvieron conmigo en mi apoyo de Israel", escribió. "Con su ayuda solamente se tomaron ocho horas para cumplir nuestra misión". Cuando le pregunté a Lucas sobre esa historia, él contestó: "No tengo influencia económica sobre el centro… Y si la tuviera, la usaría de inmediato. Muy seguido utilizan ese estereotipo —el magnate rico sionista pornógrafo está sacudiendo la chequera—". Él no mencionó que su esposo, el empresario Richard Winger, es el ex presidente del centro. De hecho, ni mencionó que tenía un esposo hasta que le insistí. (Desde que hablé por última vez con Lucas, la pareja ha iniciado el proceso de divorcio).

"Michael habla mucho de censura", dijo Schulman.

Imágenes de 'Undressing Israel' ('Desvistiendo a Israel'), un documental sobre las leyes gay friendly de Israel.

Aunque claramente intenta ocultar ciertos aspectos de su vida, nunca le da pena expresar sus creencias, incluso si ésas se alinean a personas o le ganan enemigos. El comediante Yonah Ward Grossman, un amigo de Lucas, dice que incluso Winger está en desacuerdo con las políticas de Lucas. "Él no está de acuerdo con ninguno de los puntos de vista políticos o geopolíticos estridentes de Michael", me dijo Grossman.

Y añadió que el magnate del porno predijo las leyes anti gay de Putin mucho antes de que la gente estuviera hablando de ellas. "Algunas personas pensaron que estaba loco", dijo Grossman. "A veces, la vida y el mundo da vueltas, y su locura prueba ser cierta… Michael Lucas es quizá una de las dos o tres personas más informadas sobre temas de geopolítica que conozco, y conozco a mucha gente que está informada".

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Lucas retiene el rasgo desafiante que lo metió en problemas cuando era niño. El pasado agosto, en una carpa que Lucas patrocinó en la fiesta anual de beneficencia de Ascencio en Fire Island, ordenó a su staff sacar a Nick Gruber —el joven ex novio de Calvin Klein— del lugar. Lucas le dijo a New York Daily News que Gruber había dicho: "¡No me toques!" a dos hombres que lo habían tocado por accidente; Gruber luego le informó a Lucas: "Soy heterosexual, ¡y no quiero a gente gay tocándome!"

"Vete", le dijo Lucas a Gruber, según el Facebook de Lucas.

"¿Sabes quién soy?" dijo el joven de 22 años.

"No sé", dijo Lucas, "y tampoco quiero saber".

Después, le contaron quién era Gruber pero no le importó el incidente, a pesar de que era probable que causara problemas en el mundo de power gays de Nueva York, donde él es bien conocido.

"Estoy contento de que se haya hecho público", dijo Lucas. "Para mí no fue difícil. Tenía que hacerlo. Todos deberían hacerlo. Es muy fácil ponerle un alto a homofóbicos. ¿Los otros hombres mayores se dejaron llevar porque está guapo?"

Puede que tenga secretos sobre muchos aspectos de su vida, pero su característica única es muy pública: a él le vale madres y no dejará de pelear cuando sabe que lo está haciendo por el bien de muchos.

Lucas en Moscú. Por años, Lucas ha advertido a amigos la homofobia de Putin. 

"Michael ve el mundo en blanco y negro", afirmó el Bradford Shellhammer, de Queerty y Fab.com, y amigo de Lucas. "Él y yo sentimos lo mismo del mundo, pero yo soy más sensible. Hay veces que puede ser muy agresivo. Está poco dispuesto a aceptar compromisos".

Shellhammer cree que es justo incluso decir que Lucas es antimusulmán. "Yo creo que se opone a muchos de los principios de la religión musulmana", dijo. "Tiene opiniones muy fuertes sobre la religión musulmana, especialmente del trato de mujeres y gays, y no puedes discutir de eso hasta cierto punto". Sea o no sea cierto, Lucas podría estar clasificado justamente como un islamófobo, él ve claramente el mundo en términos del bien y el mal, es famoso e irrelevante, capitalista y comunista, sionista y antisemita.

"Yo experimenté un gran antisemitismo cuando yo vivía en Rusia. Parte de mi familia murió en el Holocausto", me dijo Lucas. "Es por eso que entiendo la necesidad de los judíos de tener su propio estado en el que pueden defenderse y nunca ser exterminados de nuevo. Mi bisabuelo era rabino y fue asesinado en su propia sinagoga por los nazis. Nunca he creído en dios. No tengo nada que ver con el judaísmo. Yo creo en el estado de Israel y en la historia de mi pueblo, que fue muy trágica. Las contribuciones que los judíos han hecho al mundo son grandes, y todo lo que los judíos estaban recibiendo de vuelta era discriminación y exterminio".

Grossman dijo que Lucas le recuerda a su propio padre, que emigró de una Europa devastada por la guerra a mediados del siglo 20. A pesar de la forma en que ha hecho su fortuna, Lucas tiene un serie de valores tradicionales, del viejo mundo. En el 2000, poco después que de Lucas comenzó su propia compañía, los abuelos del actor porno lo visitaron en Nueva York, y de inmediato lo llevaron a la menorá gigante en Central Park.

"Cuando llegó aquí estaba sorprendido de ver un símbolo judío colocado en un lugar público y que nadie lo destrozara", dijo Grossman. "Esa fue una de las primeras cosas que llevó a sus abuelos a visitar, porque estaba muy impresionado por las libertades que tenemos aquí".