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Cultură

Diez razones por las que no debes de pagar a tus amigos por sexo

Y si lo estás pensando, primero lee esto.

Si estás en tus veintes, seguro piensas que este título es una broma. Si estás llegando a tus cuarentas, ya le pagaste a tus amigos por sexo, ya te pagaron ellos por sexo, o no tienes sexo porque no puedes tener sexo, o nadie quiere tener sexo contigo sin importar cuánto les pagues. Pero si estás en tus veintes o entrando a los treinta, esto es para ti, porque seguro te preguntas (o te preguntarás) si pagarle a un cuate por sexo es una buena idea. No lo es. Pero he aquí por qué es tan tentador:

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Se conocen hace tiempo y siempre ha existido una cierta atracción. Casi terminan juntos un par de veces pero esa alguien estaba saliendo con un buen amigo tuyo o con alguien que te parecía asqueroso, y nunca se pudo concretar. Estuvo aquella vez que esa alguien llegó a tu casa a las tres de la mañana, pero estabas completamente sobrio y esa persona corría por tu departamento oliendo a gin y coca, y tirando los cuadros de tu pared y, a tu parecer, no era el momento indicado. Ha habido momentos en su relación en los que tú no tenías dinero y le llamaste para llorar sobre la tragedia y la injusticia que vivías, y hubo tiempos en los que esa persona se quejaba y mentaba madres contigo sobre cómo su otra mitad se drogaba y pasaba los sábados con el vecino. Sienten que lo han hecho todo y ahora que tienes algo de dinero, porque tienes un trabajo que odias, y quieres compartir tu riqueza porque esa persona es pobre y divorciada, pero no quieres darle dinero así nada más, y al mismo tiempo no has visto mucha acción, y esa persona se ve tan bien.

Entre los dos hablan sobre esta mujer que le paga a su carpintero por un día de trabajo, aunque éste no se levante de la cama, o sobre este hombre de negocios que visita a su novia, la artistilla, una vez a la semana para una buena chupada y le deja unas 200 lanas en la mesa. (Los números aquí presentados dependen de qué tanto creas que vale tu amigo(a), o cuánto cree él/ella que vale; así empiezan las negociaciones, con sutileza). “No sería divertido si tú y yo…”, así empieza la conversación, es por eso que necesitas imprimir esto y llevarlo contigo a todos lados, porque antes de pagarle a un amigo por un intercambio carnal, hay algunas cosas que necesitas saber:

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1. Te pedirá demasiado dinero

Es probable que le asignes un muy certero “valor” a tu amig@, pero de seguro tendrá un ego súper inflado. Y como parte de una amistad es darle a las personas el beneficio de la duda, tendrás que decir: “Ah, mierda, tienes razón”, mientras sacas más billetes de tu cartera.

(Una subcategoría de esto sería si terminas siendo una estrella de rock, un senador, o lo que sea que quieres ser, y tu amig@ decide que lo que le pagaste realmente no fue suficiente, y que se merece mucho más, ya sea dinero, favores o trabajo. Otro giro podría ser: Tu amig@ decide que no es una puta, sino un(a) extorsionador(a). Ahora tienes que decidir si pagas o matas a tu amig@, y tu vida termina siendo un comedia trágica que sólo pasan en el Canal Cinco).

2. No se irá

No pagas por sexo porque buscas compañía. Pero es probable que después del acto te sientas culpable e incómodo, y no podrás decirle que se vaya. En otras palabras, tendrán que pasar un rato juntos.

3. Creerá que es broma

OK, todo va bien. Llegan a un precio justo, tu amig@ acepta irse cuando todo acabe, recibes lo que pediste, pero justo cuando sacas tu cartera te dice: “Oh, pensé que era broma”.

4. Creerá que están en una relación

Una continuación del #3: “Oh, creí que era broma… sabes que estoy enamorad@ de ti”. Y entonces tendrán que hablar.

5. Te delatará

“¿No fue broma? Acabo de enviarle un mensaje a ese pendejo con el que vives”.

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6. Empezará a querer más

OK, resulta que está feliz con su arreglo, y ninguna de las cosas anteriores sucede, pero entonces empieza a llegar a tu casa de la nada porque necesita dinero. No sabes cómo decirle que no, y está acabando con tu quincena, y no tienes la energía para empezar a salir con él/ella. No eres un Don Juan, eres un cajero.

7. También querrá cenar

Pagas, hacen lo suyo, pero entonces te sientes culpable y le ofreces “salir”, lo que lleva a una linda cena y unos martinis, pero te sientes tan mal que agarras la cuenta. Al siguiente día despiertas crudo y pobre.

8. Creerá que el arreglo debe ser recíproco

¿Crees que estará feliz de recibir dinero sólo para tu beneficio? Estás pagando para recibir órdenes y complacer a alguien más.

9. Te pedirá un “adelanto”

Es muy probable que extiendas tu crédito; después de todo, se trata de tu amigo, el esclavo. Pero en cualquier punto tu amigo te dirá: “Creo que lo que me hiciste no fue muy lindo”, te dejará y/o te delatará con todos como el psicópata que eres (ver #5).

10. No aceptará el dinero, o te lo devolverá

Sacas los billetes y te dice: “No, cambié de opinión”. O recibes un cheque por correo. Y esto estaría bien, si no fuera porque terminó/terminaste embarazada. Te chingó.

Este es el problema con los amigos: no puedes confiar en ellos. Saben demasiado. Números. Direcciones. Nombres. Saben lo que te gusta y dónde has estado. Saben cómo engañarte, estafarte, mentirte, manipularte. ¿La moraleja? Si un amigo te ofrece dinero a cambio de sexo, lee lo anterior.

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