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Viva México

Cuando te gusta el tequila, el mariachi y la pachanga: Deportistas extranjeros con un toque mexicano

Como México no hay dos.
Foto: ESPN

Pude haber iniciado esta nota evitando el estereotipo del mexicano que dicta que la población azteca es famosa por el caluroso trato hacia todo aquel no nacido en esta enigmática y contradictoria tierra. Pero por más paradójico que suene, los estereotipos cuentan verdades —por supuesto no absolutas— pero verdades al fin. Por ello reconozcamos, aunque sea por algunos párrafos, que los mexicanos sí somos fiesteros, amables, alegres, depresivos, criticones, quejones, y un letanía de etcéteras…pero sobre todo que somos fregones.

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Si el listado de adjetivos no fuera cierto, deportistas como Chad Johnson alias "Ochocinco", Tomoki "El Mexicanito" Kameda, Ian Richard Hodgkinson, mejor conocido como "El Vampiro Canadiense", y André-Pierre Gignac, el francés más mexicano del balompié azteca, no habrían sentido esa atracción por el sincretismo que encierra el hecho de ser mexicano y gritarlo con orgullo.

Chad "Ochocinco", el picante de los emparrillados

Aquella postal en la que el ex receptor abierto de los Bengals de Cincinnati tocó con tanto sentimiento y respeto la bandera mexicana después de un touchdown habitará hasta el fin de los tiempos en la memoria colectiva de los aficionados mexicanos a la NFL. No recuerdo haber visto un gesto tan sincero de parte de un extranjero —mucho menos un estadounidense— en toda mi vida y, sinceramente, no creo que se repita.

Chad Johnson jamás ocultó su amor, apego, fascinación, lo que sea que haya sido, por México. En el 2008, Johnson convirtió su famoso apodo, "Ochocinco", en su apellido legal. Como era de esperarse, el cambio de apellido le trajo problemas legales con su equipo, patrocinadores y con la quisquillosa NFL. Fue hasta 2012 que nuestro amigo y compatriota Johnson optó por regresar a su antiguo apellido, supuestamente, para "reencontrarse con su ser de antes".

Pocos saben que "Ochocinco" fue un gran futbolista en sus años mozos, etapa en la cual adquirió gran gusto por este deporte. Basta echar un ojo a sus perfiles de redes sociales para darse cuenta de su afición por el balompié en general, especialmente su fascinación por las Chivas de Guadalajara y Real Madrid.

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Chad "Ochocinco" es, en efecto, una de las víctimas más sonadas de nuestro encanto.

"El Mexicanito" de la nación del sol naciente

Tomoki Kameda es todo un caso de "mexicanismo". El excampeón gallo AMB y OMB se mudó con su padre a la Ciudad de México en 2006, a sus escasos 15 años, con la intención de mejorar su boxeo y hacerse de una fructífera carrera amateur. Por su corta edad, Kameda no pudo concursar en el torneo Guantes de Oro de la capital mexicana y prefirió dar el salto al profesionalismo para no perder más tiempo; ya desde entonces poseía el mexicanísimo rasgo del "¡ínguesu!". Dos años después debutaría con una victoria y en 2010 pelearía en la cartelera de Saúl "Canelo" Álvarez con quien había compartido campamento de entrenamiento.

Su español es pulcro y fluido tanto como su amor por la cultura y la gastronomía mexicana. Su aguerrido estilo de combate cayó como anillo al dedo para la escuela de boxeo que impera en los gimnasios de la urbe más estresante del mundo. Como todo buen mexicano, el poner apodos a los demás es una tarea inherente y Kameda no fue la excepción pues sus compañeros, luego de verlo arriba del ring y pronunciar sus primeras palabras en castellano, decidieron bautizarlo como "El Mexicanito".

Sin duda, una historia más de éxito para el libro de los convertidos.

Gignac, el francés que cambió la baguette por el bolillo

La historia de amor entre México y André-Pierre Gignac se dio en junio de 2015, cuando los Tigres de la UANL anunciaron el fichaje del delantero estrella de la Ligue 1 proveniente del Marsella. Tigres buscaba un refuerzo de peso para enfrentar los diferentes compromisos que se le venían encima, específicamente la Copa Libertadores de América.

El afecto del francés por Tigres, y México en general, fue creciendo con los gestos de afecto de la afición y los elogios de la prensa a tal punto que en mayo de este año, Gignac declaró que se sentía como en casa y que obtendría la nacionalidad mexicana. "Es un orgullo para mí ser como un nuevo mexicano porque mi hijo nació aquí en Monterrey, ojalá en un año pueda tener la nacionalidad mexicana, será un orgullo, estoy como en casa aquí".

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Hace uno días, el goleador nacido en Martigues plasmó su amor por México en las redes sociales, y no dudamos que para el puente patrio haga lo mismo.

El vampiro de la urbe

Peleas, orgías, atracos, golpizas, hambre, frío, curiosidad, ira, rencor…así es como se podría definir la niñez de Ian Richard Hodgkinson en su natal barrio Thunder Bay en Ontario, Canadá. El que sería bautizado por Antonio Peña —afamado creador de personajes de la lucha libre— como "Vampiro Canadiense", luego de una larga travesía impulsada por la rebeldía y que culminaría en la Ciudad de México, adquirió su amor por el deporte de las acrobacias y las llaves desde temprana edad.

Hodgkinson relata que para perseguir su sueño en la lucha libre tuvo que robar una tienda y con ello pagarse el viaje a la Ciudad de México para probar suerte en la escena del pancracio que se encontraba en su apogeo a finales de la década de los 80. Su rudo aspecto y alucinación por el vampirismo lo convirtieron en el villano preferido del público que lo acogía en cualquier arena que se presentara.

El "Vampiro Canadiense" le debe su exitosa carrera a la fanaticada mexicana que lo llevó hasta la cima de la lucha libre. Su español no es tan pulcro como el de nuestro amigo Kameda, pero eso pasa a segundo plano cuando sabes tirar la casa por la ventana como la mayoría de los mexicanos.

Mención Honorífica: Snoop Dogg

Así es, no tienes que pensarlo dos veces, sabemos que Snoop Dogg no es un deportista y que no debería estar incluido en la lista. Sin embargo, como estamos en el mes patrio no podíamos dejar pasar aquella ocasión en la que el aclamado rapero se tomó una serie de fotografías vistiendo la camiseta de "El Tri" utilizada durante la Copa del Mundo Brasil 2014.

La playera es horrible pero no importa porque Snoop hace ver bien todo aquello que toca su piel.