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Sexo

Los muslos de Anna Konda son capaces de aplastarte la cabeza

Me reuní con ella para hablar sobre su vida como dominatriz aplasta cráneos y para que me explicara por qué cree que las mujeres siempre tendrían que estar arriba.

En el Club Femenil de Lucha de Berlín, las mujeres les dan su merecido a los hombres; los aplastan con su trasero desnudo. Anna Konda, fundadora del club, es una “dominatriz nata” que solía dar palizas a los niños en el patio de la escuela durante su infancia en lo que antes era Alemania Oriental. Ahora podemos encontrarla sentada sobre los rostros de los hombres y apretando sus cabezas hasta que están a punto de estallar entre sus amazónicos muslos.

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Anna creó el club hace tres años como un medio para que todas las mujeres (desde las esposas más sumisas hasta las vigoréxicas con esteroides) pudieran luchar cuerpo a cuerpo. Ya sea con ropa normal o con un traje de dominatriz, las mujeres pueden luchar contra el estereotipo de que ser fuerte y dominante no es sexy ni femenino. Los hombres también son bienvenidos en el ring, siempre y cuando estén dispuestos a obedecer.

Aunque Anna sea famosa por su increíble fuerza, ella no se considera fisicoculturista. Al contrario, ella ama sus curvas, sus senos y su trasero femeninos, atributos que exhibe en un sinfín de videos en internet. Sus videos, que han visto miles de personas, la han vuelto una celebridad de culto en Berlín. En esos videos a menudo podemos ver a Anna aplastando sandías o cráneos de ovejas con sus muslos, humillando hombres o enseñándole a las mujeres cómo dominar. Sin embargo, Anna no se ha escapado de las críticas. Le han borrado cuentas y videos en redes sociales como Facebook y YouTube por ser demasiado “pornográfica”, incluso aunque no haya ninguna clase de desnudo. En sus videos sólo se muestra a una mujer poderosa que tiene el control de su propio cuerpo.

Me reuní con ella para hablar sobre su vida como dominatriz aplasta cráneos y para que me explicara por qué cree que las mujeres siempre tendrían que estar arriba.

VICE: ¿Cuándo te diste cuenta de que eras una “dominatriz nata”?
Anna Konda: Después de que me casé. Mi esposo me llevó al gimnasio y me sometí al mismo entrenamiento que él, nada de esas tonterías de “entrenamiento para damas” que hacen algunas mujeres. Desde el principio podía levantar pesas más pesadas que muchos hombres. Claro, hubo gente que empezó a decirle a mi esposo cosas como: “Seguro tu esposa manda en casa…” También empezamos a luchar entre nosotros dos pero yo siempre ganaba. Cada vez era menos divertido para él.

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¿De chiquita le pegabas a los niños en la escuela?
Crecí en lo que antes era la República Democrática Alemana, donde los deportes competitivos eran muy importantes. Al igual que muchas chicas, yo era gimnasta. Hacer gimnasia significaba que tenía que entrenar con pesas desde pequeña. Para cuando cumplíamos 12 o 13 años ya teníamos mucha más masa muscular que los niños. Como era de esperarse, nos aprovechábamos de esto. Los chicos que se metían con nosotros terminaban con la cara en el piso. Me encantaba atormentarlos apretando su cabeza contra el piso con mis piernas. Cuando empecé a hacer eso con hombres adultos, me di cuenta que muchos tienen este fetiche y que yo les doy lo que siempre han querido desde que eran niños.

Hasta ahora, ¿qué es lo más pervertido que te han pedido?
Hay hombres que piden mi “apretón de la muerte”. A cambio, me ofrecen grandes sumas de dinero como adelanto, diez mil dólares [unos 135 mil pesos], por ejemplo. Claro, nunca he aceptado porque no soy sociópata y no tengo ganas de ir a la silla eléctrica en EU (los estadunidenses son los que más piden el “apretón de la muerte”).

¿Por qué te consideras diferente al porno sadomasoquista?
La gente siempre relaciona la palabra “dominatriz” con la pornografía. Sin embargo, una actriz porno o una prostituta sadomasoquista sólo hace lo que alguien más quiere que haga. Lo único que les importa es que les paguen. Por el contrario, una mujer que en verdad es dominadora sólo hace lo que ella quiere.

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Entonces, ¿eres fanática a la dominación en el ring pero no en la habitación?
Bueno, a veces la cama es el ring. [Risas] Para mí, el ring se convierte en la cama cuando me siento en los rostros de mis víctimas mientras ellos yacen ahí, sin poder hacer nada, debajo de mis muslos y mis enormes nalgas. Me encanta venirme en sus rostros. Me excita demasiado. Hablar de eso hace que me den ganas. Es un sentimiento increíble de poder.

¿Te solicitan servicios eróticos con frecuencia?
Sí. Aunque cuando un hombre me pide que le haga algo erótico, le digo que si se quita los pantalones en mi presencia, lo voy a estrellar tan fuerte contra la pared que va a ser necesario un martillo neumático para que lo saquen.

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¿Tus encuentros de lucha libre llegan a ser violentos?
No soy sádica. No disfruto el dolor de otros. Disfruto mi propio poder y tener el control. Creo que mis presas comparten la misma opinión. No importa lo ruda que sea la pelea o si ya tengo a mi oponente en el piso, nunca los golpeo de más. No quiero que mi lona se mache de sangre.

YouTube y Facebook han borrado o bloqueado tu contenido, ¿cierto?
Me parece ridículo porque la diferencia entre mi club y la pornografía es muy evidente. YouTube borró videos en los que aparecía mi nombre en el título. Otros videos de entrenamiento en los que todas están vestidas también fueron eliminados sólo porque salía yo. Odio la censura y la arbitrariedad. Si comparo YouTube con el gobierno de la RDA de mi infancia, me resulta muy difícil decidir cuál es el peor en lo que respecta a la censura.

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Tu cuerpo es magnífico. ¿Siempre has sido una mujer grande?
Cuando era una jovencita, llegué a ser tan delgada que pesaba la mitad de mi peso actual debido a la presión de cumplir con la estereotípica imagen de la mujer delgada. Aunque tenía una cintura de avispa, mi trasero seguía siendo grande y redondo. Me veía increíble. Sin embargo, es imposible mantener esa figura delgada para siempre, ni siquiera haciendo dieta. Ahora tengo muchos beneficios con este cuerpo más grande. Si hay millones de personas a quienes les encantan mis videos y mis fotos, entonces significa que les encanta la mujer que ven ahí. La verdad, eso me excita.

¿Alguna vez te han dicho algo negativo sobre tu cuerpo?
No importa que tenga miles de admiradores, siempre habrá quienes me digan lo gorda, fea y asquerosa que soy. Pero, si no fuera por estos comentarios, ¿de dónde sacaría la motivación para ejercitarme? La gente quiere verme hacer cosas locas y estos comentarios me ponen de humor para hacer sufrir a alguien. Mis actos de dominación no son simplemente un espectáculo. Doy rienda suelta a la ira y la agresión y la descargo en mi víctima. Cuando mi víctima gime debajo de mí, me siento bien y me siento fuerte.

A menudo usas corsés estilo dominatriz, látex y tacones altos. ¿Estás consciente de los fetiches que cumples?
Todos pueden proyectar los fetiches que quieran en mí. Incluso si sólo les gusta que use botas de piel. A mí no me parecen muy sexys mis pies pero a algunas personas les fascinan. Se excitan cuando ven un video en el que no cubro mis pies porque ése es su fetiche. Para mí, sólo son mis pies.

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¿Qué servicios ofreces a las mujeres que están “bajo el control” de un hombre?
Hay algunas mujeres que han sufrido violencia doméstica y han llegado al club acompañadas de su agresor. Yo me encargo de mostrarle al perpetrador lo que se siente que alguien te domine.

¿Qué le aconsejarías a las mujeres en una relación?
Los hombres aman a la mujeres que se ejercitan y prueban sus límites en lo que respecta al poder. Puedes ofrecerle a tu hombre una nueva gama de servicios. Si se impresiona y se siente intrigado, entonces significa que es el hombre correcto para ti. Si te rechaza, entonces no es el indicado. En una relación saludable, las dos partes tienen que verse como iguales.

¿Qué quieres lograr con todo esto?
Quiero motivar a las mujeres para que sigan mi ejemplo. Que entrenen con pesas y que se sientan orgullosas de su forma femenina. Todo lo que hago es erótico. Por eso quiero excitar a los demás. Pero no se trata de actos sexuales, sino del contexto en general. Una mujer que se ejercita para ser más fuerte y que está orgullosa de su cuerpo suele impactar a la gente porque se cree que una mujer con unos cuantos kilos de más debería odiar su cuerpo. El hecho de que muchos hombres se exciten con mi cuerpo demuestra que no es cierto.

Para más información acerca del Club Femenil de Lucha de Berlín, visita la página web de Anna Konda o la del Club Femenil de Lucha de Berlín.

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