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Cultură

Porno para mujeres: una entrevista con Jennifer Lyon Bell

Películas sobre qué tan bueno puede ser el sexo de la vida real.

Sexualmente, todos fuimos educados por el porno. O qué, ¿vas a decir que tu papá –después de darte tu primer paquete de condones– te recomendó pedir una mamada antes de coger o te sugirió venirte en la cara de tu novia? ¿Y a ti, nena, tu mamá te habló del valor nutrimental del semen o de lo bien que se sienten las nalgadas?

¿Alguien?

Directa o indirectamente, la industria pornográfica configuró la forma en que cogemos. Nos dijo cómo, durante cuánto tiempo y de qué tamaño deben ser las nalgas, chichis y pitos para que todo marche en orden.

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Y la neta es que casi nadie se queja de ese orden. Casi.

Jennifer Lyon Bell es una cineasta norteamericana convencida de que la pornografía industrial (o mainstream) representa equivocadamente el rol sexual de la mujer. Para ella, este tipo de películas reducen el cuerpo femenino a un instrumento, confunden a las chicas y limitan sus posibilidades de obtener placer.

¿Y qué mejor manera de combatir la pornografía, que con pornografía?

Desde Holanda, Jennifer dirige –bajo el sello Blue Artichoke Films– películas con sexo explícito enfocadas al público femenino. Su objetivo, dice, es “hacer películas que muestren cómo es el sexo de verdad”.

Y en agosto próximo ella estará de visita en la Ciudad de México para participar en la muestra de cine y sexo La Mirada Femenina con dos de sus cortometrajes. En Vice la entrevistamos para que nos contara exactamente a qué se refiere con el porno para chicas.

Jennifer Lyon.

Jennifer, en México, la mayoría de las mujeres dicen que no les gusta ver pornografía, ¿tú qué crees?
¿En serio no les gusta el porno? Yo crecí en California, y allí había muchas mujeres que veían porno aunque no lo confesaran. Muchas de ellas veían porno no convencional, porno gay, principalmente. Hoy en día, puesto que el porno alternativo todavía no es comentado abiertamente, la mayoría de las mujeres ignora que hay pornografía con hombres guapos, con parejas que se demuestran cariño, y con besos y fajes además de sexo rudo. Si las mujeres supieran esto, estarían mucho más interesadas en el porno.

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¿Crees que la pornografía industrial tenga efectos negativos en la audiencia femenina?
Uno de los peores efectos de la mala pornografía es que confunde a las mujeres sobre el uso de sus cuerpos. Casi todo el porno busca la máxima visibilidad, es decir, que el espectador vea absolutamente todo lo que ocurre. Como cineasta, ahora entiendo por qué: cuando la gente tiene sexo en sus casas, sus cuerpos están tan juntos que no pueden ver nada. Uno de mis retos como cineasta es mostrar un acto sexual que las mujeres puedan reconocer como placentero. A causa de la mala pornografía, las chicas piensan que algo malo ocurre con ellas porque no son capaces de llegar al orgasmo con la sola penetración. Este es un malentendido que puede solucionarse con buena pornografía.

Es decir, que este tipo de pornografía no es una representación realista de los sexos…
Difícilmente. La pornografía mainstream está codificada de forma que no refleja mi experiencia personal con hombres y mujeres. Actores y actrices hacen y dicen lo mismo en casi todas las películas.

Cuando participé en la curaduría de una exhibición sobre los primeros filmes porno, para mí fue interesante darme cuenta de las diferencias y similitudes entre esas películas y las actuales. Por ejemplo, en los filmes porno de principios del siglo XX los hombres eran más juguetones y menos agresivos. Además, no había vergas ni tetas enormes, ni un glamour exagerado. En parte, creo que eso es así porque en ese entonces no había una industria pornográfica como tal, así que los actores y actrices eran personas más o menos marginales interpretándose a sí mismas. Y eso me gustó. Con el reciente porno amateur es como si estuviéramos regresando a los filmes clásicos, en los que se muestra la masculinidad de una forma mucho más interesante.

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¿Existe algo que podamos llamar específicamente 'porno para mujeres'? ¿Qué diferencia habría entre ese tipo de porno y el convencional?
Conozco directoras que están haciendo un porno radicalmente diferente al convencional. Algunas hacen ficción, otras documental, y algunas más combinan ambos; hay quienes utilizamos actores amateurs, quienes trabajan con actores porno profesionales, y quienes trabajan con los contados representantes del porno alternativo.

Algunas tramas son románticas y algunas otras no; algunas películas muestran prácticas sexuales más usuales o inusuales que otras; pero yo creo que sí hay dos cosas que bien caracterizan lo que podríamos llamar "porno para mujeres": primero, las realizadoras tratan de representar el sexo de manera que la audiencia femenina se pueda identificar con el placer sentido por el personaje femenino de la cinta, y segundo, se trata de representar una experiencia placentera y ética en todos los sentidos posibles.

En tu experiencia, ¿cuál es la reacción de los hombres cuando ven "porno para mujeres"?
Creo que su reacción depende del tipo de porno que vean. Recientemente descubrí que a muchos hombres les gustan las películas de Blue Artichoke porque les agrada la idea de ver una interpretación idealizada del sexo real, en lugar del sexo actuado de la pornografía industrial. Pero también soy consciente de que a la mayoría de los hombres heterosexuales no les fascina la idea ver a otros hombres desnudos, lo cual sí es muy importante para las mujeres. Otra cosa es que los hombres asumen que el porno para mujeres no puede ser hardcore. Eso no es cierto. Hay directoras que sí mostramos sexo rudo, aunque lo combinemos con imágenes más “relajadas”.

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¿Consideras que tu trabajo cumple alguna función social o educativa?
Estoy tratando de hacer películas que muestren qué tan bueno puede ser el sexo real. Para mí, el sexo real tiene que ser intenso, improvisado, creativo y extremadamente divertido. El sexo de la pornografía tradicional no me hace sentir nada. Quiero hacer películas que, además de ser experiencias visuales placenteras, exhorten a hombres y mujeres a expandir sus límites sexuales.

La última: ¿Crees que tus películas sean una buena excusa para masturbarse?
¡Por supuesto! Quiero que los espectadores se exciten con mis películas. Ya sea que se masturben mientras las ven, tengan sexo después de verlas o simplemente anden calientes todo el día, ése es mi objetivo principal. Por fortuna, mis películas también educan sobre nuevas e interesantes formas de tener sexo y de fajar, además de que muestran una conexión íntima entre las personas que cogen en pantalla. Para mí, este aspecto educativo es un accidente en mi búsqueda por hacer un cine cada vez más caliente.

Si quieres saber más sobre el porno hecho por mujeres, para mujeres, no dejes de asistir, del 20 al 26 de agosto, a la muestra de cine y sexo La Mirada Femenina, que se llevará a cabo en el Distrito Federal. Para más información sobre sedes, horarios e invitados, click aquí.

Mientras tanto, checa el canal de Jennifer Lyon Bell en Vimeo, por acá.

@emergozinnema