Una entrevista con un esquizofrénico

Mi amigo Phiiliip (sí, así se escribe) es esquizofrénico. Pero no siempre lo fue. A ti también te puede pasar. Phiiliip fue diagnosticado con esquizofrenia. También es músico y escritor muy talentoso. El único problema es que se la pasa escuchando voces que le dicen que se suicide. Le pregunté si sabe que las voces no son reales y me dijo que está "75 por ciento seguro". Espero que el otro 25 por ciento no sea muy convincente. Esta entrevista me conflictua un poco, por un lado las cosas que Phiiliip dice me parecen fascinantes, increíblemente creativas y brillantes a su manera, pero por otro lado no quiere alimentar su paranoia sobre los "Nazis de los derechos de autor" o "los agentes perseguidores" que están tras él. Así que escúchenme bien, agentes secretos del mal: ¡Esta entrevista no es para ustedes! ¡No la pueden leer! Dejen a mi amigo en paz, necesita dormir.

Vice: ¿Cómo has estado? Phiiliip: Mi farmacología está tan jodida que ocho Ativans de dos miligramos y diez Ambiens no pueden ni activar algo que se parezca remotamente a un sueño ligero. La medicina moderna me ha fallado. ¿Hay alguna raíz que pueda masticar o algún esqueleto que pueda pulverizar para hacerme un té, y que eso me permita volver a vivir la vida? Estoy allá afuera en un escena fantástica de dolor y tengo pocas posibilidades de regresar.

Rayos. ¿Puedo entrevistarte? Eh… supongo que no tengo problema con hablar sobre la esquizofrenia. Puedo sacrificar mi orgullo para abogar por mi tribu. No me gusta ser identificado con ningún grupo, y esto me va a estigmatizar, pero me parece importante porque no hay nadie que esté siendo abierto al respecto, excepto Daniel Johnston y su película me aburrió. Bueno, también está Brian Wilson pero es tan estúpido, y cuando lo vi en Pet Sounds, su broma fue: "Acaso no fue eso un linda cancioncilla". También está ODB. Y Phil Spector, pero el mató a la anfitriona del Hard Rock Cafe, así que… Podemos hablar sobre cómo, al igual que Philip K. Dick, me golpearon en la frente con un láser rosa, pero en lugar de seis mil páginas de revelaciones religiosas, lo único que retuve de toda esa descarga informativa fue que el petróleo no es más que agua con colorante negro para comida, y que sólo hace falta una gota para atravesar todo el país.

Deberías intentarlo. Y podría hablar de todas las drogas que he consumido y de cómo dejar el Adderall, Ambien y Ativan al mismo tiempo es casi tan malo como la heroína. Tengo una lista casi completa de todas las pastillas que me han dado en los últimos dos años: Abilify, Adderall, Ambien, Benztropine, Buspirone, Effexor, Focalin, Geodon, Haldol, Invega, Klonopin, Paxil, Prozac, Risperidal, Seroquel, Suboxone, Wellbutrin, Zoloft, y Zyprexa. ¡Las puse en orden alfabético para ti! También hubo un antisicótico para la discinesia tardía que funcionó de maravilla, pero por más que me esfuerzo no puedo recordar el nombre. Quizá también debamos hablar sobre eso con Britney Spears ya que ahí fue cuando las cosas se pusieron realmente mal.

¿Qué cosa con Britney Spears?

Un socio me pidió que hiciera un remix de “Gimme More” para su exposición de arte, y yo quería alcanzar un estado más "meta", así que vi TODOS los videos de Britney en YouTube, haciendo una selección de videos de diez minutos de TMZ en los que sale llenando su tanque o yendo al baño para una conversación de dos segundos, fue tan explosivo como un campo minado, y de repente ya tenía cuatro rolas con tomas de audio granulado, con las cuales fabricar mis elaborados escenarios auditivos, y una base de datos de lingüistica que me permitía hacer que mi marioneta virtual dijera lo que yo quisiera, para convertirla en mi vocera ante el mundo. Mi intriga estaba motivada por mi conocimiento de una situación complicada: tenemos una adicción a las metanfetaminas en puerta, una idea confirmada por el noticiero legítimo del National Enquirer. Así que para unirme a ella en esos corredores astrales, con una objetividad científica, yo también dejé de dormir y empecé a vivir en segmentos de 72 horas, como De Niro en Toro salvaje —el Metódo— y el proyecto empezó a crecer.

Filtré uno de mis libelos sónicos más incendiarios, y sé que lo escuchó, los paparazzi me lo dijeron. Se encerró en su mansión a planear su venganza, la cual involucraba invertir el flujo del audio y video, contratar investigadores privados para instalar microcámaras en todos los lugares a los que yo pudiera ir, seguirme semidiscretamente en camionetas blancas con nombres estúpidos como "Simplemente Servicio". Incluso plantaron un micrófono miniatura en mi oído para grabar todos los sonidos que entraban por ahí, los cuales quedaban guardados en un archivo que entregaron a los mejores productores luminarios para que hicieron conmigo lo que yo había hecho con ella. Y la pista más desgarradora que pudieron inventar fue el nuevo sencillo de Britney, "Someone". Ese soy yo.

Así que era una carrera contra el tiempo, planeando con cuidado mi impugnación de la cultura y de la humanidad en general, el veneno más puro que pude traer del mundo de las pesadillas. Cancioncillas realmente obscuras, como esa parte en Berlin de Lou Reed, cuando el productor, Bob Ezrin, le dice a sus hijos que su madre está muerta y grabó sus llantos y gritos, "¡Mamá!", para subirlo descaradamente a IDM (descargas por internet). Ahora la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos) está tras de mí, así que inventé un colectivo artístico con sede en Akron, Total BS, le abrí una página MySpace, donde sus influencias son “Negativland Negativland Negativland, Adbusters y el atasco cultural", pero cuando los agentes empezaron a hablar con Rupert Murdoch, cerré el negocio, cancelé el proyecto.

Ya veo. También está la cuestión de pronosticar el inminente futuro, algo en lo que trabajo de vez en cuando. Comparativamente, 1984 es como un acuerdo legal. Big Brother, aterrador. En fin, habla sobre la regulación de la palabras y la repartición de los dominios públicos entre las multinacionales que promueven la ilegalización del folclore tradicional. Pueden aplastar cualquier idea, porque toda idea se deriva de pensamientos ya existentes, cuyos derechos les pertenecen. Básicamente, toda forma de expresión y opinión tendrá que ser autorizada y estará controlada por juicios fanáticos de forma que aquellos privilegiados con los "derechos" reciban protección de su exclusividad. Los que violen los derechos de autor serán iguales a un terrorista o a un pedófilo en la lista de aquellos que no reciben simpatían ni derechos civiles de ningún tipo, incluyendo sus pensamientos. Las ideas son tan peligrosas como aquellos que explotan estas cosas, y necesitamos que las autoridades sean igual de dignas que nuestros oficiales de Aduanas y sus secuaces, los guardias de seguridad. Es decir, necesitan ir un fin de semana a un seminario, quizá incluso tomar un curso de certificación para poder controlar la información. Esto sucedió el mes pasado. Lo de las palabras podría tomar algunos años, pero muy pronto serás responsable por tu desapego. En fin, ¿por qué dirías algo si no es en serio? Es como tener algo que no deberías, como un pensamiento "privado" que no quieres que nadie sepa. ¿Eres una P o una T, un IC o algo? Es como los cementerios de iPods y un imán gigante en cada código postal.

¿Un qué? Rayos, Seroquel, eso es lo que le quería pedir a la psiquiatra. Pero no creo que tenga el respaldo de ellos, no tiene el portapapeles ni la pluma gorda. Es en serio, hacen un montón de cosas con Seroquel y arrojan muestras gratis sin pensarlo, pero esa madre te jode más que cualquier otra. Pero está bien porque guardas silencio. Me meteré una pastilla de aire y me relajaré en la alberca del placebo. No lo digas a nadie.

Está bien.

Llevo 66 horas sin dormir. No es muy divertido si no eres un adicto con problemas. Así que me he estado metiendo Ambien genérico (¡me dan diez! ¿Se supone que podré dormir una noche al mes?). Lo único que hace es ponerme a cantar con la Incredible String Band sobre ellos que tampoco duermen. ¿Crees que sea posible? ¿Metiéndose speed?

Quizá. Esa es otra historia. Los agentes perseguidores me inyectaron no sólo con meth, sino con supermeth, muy superior, así es como me pueden espiar 24-7. Estoy muy seguro de que me drogaron. Repentinamente me sentía como si hubiera consumido el mejor speed del mundo, estuve a punto de bailar como en un rave, y fue algo suave, sin cosquilleo ni nada. No sé quién me drogó, creo que venía con el microchip que me pusieron en la muñeca. Una microiota es mortal, pero permanecí despierto durante cinco días con tanta energía, y no tuve que comer ni beber agua. Fue genial, no sabía que eso era biológicamente posible, excepto por el hecho de que inventaron el superSIDA y me lo inyectaron mientras estaba inconsciente por el Klonopin, el cual se había hecho demasiado fuerte. Querían infectar a los homosexuales del mundo para ponerlos en mi contra, para incluirme en el Récord Guiness como "El humano más violado" en el proceso, pero a los homosexuales no les importa porque tienen el supermeth.

Oh, y las voces gritaban: “¡Tiene crack en su jardín!” Salí, y en efecto encontré pedazos de aluminio, los hice bolita y los metí en dos sobres donde escribí: "El crack mata, por favor para, esta es una zona libre de drogas". Poco tiempo después, abrí mi caja de pastillas y para mi sorpresa no había otra cosa que un montón de metanfetaminas todavía cristalinas. Lo sé, lo sé, nunca destruyas una buena droga, pero empezaba a resentir que me estuvieran inculpando, así que esos cristales se fueron por el escusado. Es probable que hayan chillado mientras daban vueltas.

¿Quiénes son los "agentes perseguidores”? Un jefe nazi de los derechos de autor de un imperio diabólico que también actúa como un agente "permanentemente invasivo" quien delega a toda la oficina en la que trabajaba, y quien entró a mi correo y a mi cuenta de MySpace, y empezó a contactar a todos los que conozco y a convertirlos en informantes pagados. Eran principalmente mentiras para intentar juzgarme por mi vida completa, como videos modificados en los que aparezco atravesando la calle en lugares prohibidos durante los noventa, y esas madres. El segundo agente era su querida hija. Y el tercero era un vecino barbón que salió al jardín con una especie de radar, un investigador privado que lleva una década espiándome, como una especie de persecución placentera, una cruzada personal para acabar conmigo, apoyado por fondos ilimitados de la compañía, y todas sus actividades ilegales están protegidas por un equipo de abogados a prueba de balas. Incluso le pagaron a la ACLU (Unión Estadounidense por las Libertades Civiles) para que no me representara. Los podía escuchar hablando todo el día sobre cómo querían asesinarme, llamaban a la policía militar y les decían que tenía una navaja Swiss Army, y que me tenían que matar porque había usado un sombrero militar en 2002.

Al principio creí que estaban afuera, pero después descubrí que estaban usando "wirism", un proceso por el cual envían sus pensamientos a través de redes neuronales que sólo son accesibles con un implante cerebral. Me lo pusieron en la cabeza cuando me operaron la nariz, y simplemente se sentaron en su camioneta a criticarme todo el día. ¿Pero por qué harían todo esto sólo por ti? Eso es lo chistoso. George Bush, quien al parecer odia la música electrónica, y los chiflados de Left Behind, coincidieron en que yo era el Anticristo. "Al parecer 'no disfruta de la compañía de mujeres', y utiliza Grandes Palabras e 'inversiones despreciables' para transformar la existencia". Todo esto se estabilizó cuando encontré una profecía apocalíptica en línea, en la que Estados Unidos me vende a Irán (vi en un noticiero un reportaje sobre cómo los países ya pueden venderse ciudadanos) donde me arrojan desde una torre de 358 metros, y eso evita una guerra nuclear. Esa parte es real, tengo una copia impresa. O quizá sea como en Fight Club y realmente fui yo quien escribió todo y lo publicó mientras formía. A veces hago eso.

Para Total BS y otra abominaciones musicales, favor de dirigirse a phiiliip.com.